jueves, 20 de enero de 2022

OJALÁ NIEVE

 Este año los preparativos de Navidad han empezado antes de lo habitual. 

Aun así, se me ha hecho larga la espera. Más que otras veces.

Me gusta la Navidad. Es mi época preferida. Siempre lo ha sido.

El árbol, el belén, los regalos, las guirnaldas, las bolas de colores, el muérdago, …

Y ese nerviosismo mal contenido en niños y adultos, esa sensación de que todo puede pasar, de que todo es posible, de que la magia existe.

Ojalá nieve.

Me encanta la nieve. Su cálida y limpia blancura, su mullida esponjosidad, su confortable palidez. Me siento a gusto en ella.

Se acerca la pequeña Margaret.

Me sonríe.

Acaricia el cristal de mi prisión transparente, toma la bola en sus manos y la agita tres veces, con fuerza, antes de depositarme de nuevo en la repisa.

La nieve empieza a caer copiosamente.

Lágrimas brotan de mis ojos oscuros y resbalan por mis blancas mejillas. Alguna se enreda en mi enorme nariz naranja.

―Disfruta de la nevada Berni, viejo amigo ―susurra Margaret.

Y yo no puedo ser más feliz.

Y la nieve sigue cayendo mientras ella se aleja.

Sí. Definitivamente van a ser unas buenas navidades.